Timo Glock recibió amenazas de muerte tras decidir el título en el GP de Brasil 2008

"Pasé la mitad del año más loco después de la carrera", dijo Glock, protagonista de una de las carreras más famosas de la historia de la F1. "En el momento en que ocurrió, no tenía ni idea de dónde estaba. Creo que estábamos P9 y 10 o incluso fuera de los puntos. No lo recuerdo con exactitud. Entonces, vimos que llovía y el equipo decidió que no teníamos nada que perder. Dijeron, quedémonos fuera. Yo dije, chicos, todavía está lo bastante seco como para seguir con los neumáticos de ranura. Con los neumáticos de ranura, si llueve un poco y se enfrían, el agarre es nulo. Estaba dando la penúltima vuelta y ya llovía en la última curva. Dije, chicos, tengo que entrar. No sobreviviré a la última vuelta. No hay ninguna posibilidad. Me dijeron, Timo, no puedes entrar porque ya estaban levantando las vallas alrededor del podio, y la gente se asustó porque el pit lane estaba bloqueado, un poco como en Bakú". (2023 donde Ocon tuvo que esquivar a la gente en el pitlane al final de la carrera).

Glock simplemente "intentaba sobrevivir" en un circuito empapado

"Sólo intenté mantener el coche en la pista y sobrevivir. Me pasaron muchos coches. Realmente no presté atención cuando Sebastian y Lewis me adelantaron. Estaba volviendo a boxes y mi ingeniero me dijo, escucha, Lewis ha ganado el campeonato. Me acerco a Lewis, le felicito y le digo "bien hecho", y las cámaras y los periodistas corren hacia mí. Me hice a un lado porque pensé que todos querían ir hacia Lewis. Vienen hacia mí y me hacen esas preguntas. ¿Fue a propósito? ¿Por qué dejaste pasar a Lewis? Pensé, ¡qué demonios está pasando! Entonces mi fisio me agarró, me llevó de vuelta a boxes, me quitó el casco y me explicó lo que había pasado".

Tras la carrera, Glock fue escoltado por la policía.

"A partir de ese momento, fue un 'freak show'. Iba al aeropuerto con escolta policial porque tenían miedo de que los brasileños se volvieran locos. Me metieron en el avión con escolta policial a Alemania. Fue una locura. Mis padres recibieron cartas escritas sobre mí, diciendo que deberían matarme. Deberían prohibirme competir. Fue realmente aterrador durante mucho tiempo, hasta que la Fórmula 1 hizo público lo que había a bordo. Después, cuando la gente vio lo que había pasado, todo se calmó un poco".

"En las primeras semanas y meses después de la carrera, tenía miedo de salir de casa, y pensando en ir a Brasil para la carrera de F1, pensaba: no, voy a saltarme esa carrera. Fue una época de locos", concluyó Glock.